lunes, 31 de enero de 2011

Tres lugares para gozar del mediodía

Las mañanas en Aruba están dominadas generalmente, por las actividades al aire libre y en particular las playeras. Quienes quieran gozar del sol y la arena, también en las tardes, deben cargas pilar y recuperar energías con un suculento almuerzo y en la isla sobran los lugares para hacerlo. Nuestro primer “lunch” en Aruba fue en el restaurante Scala, en el Paseo Herencia Mall. 





Resultó un lugar estupendo para probar unas delicias que combinan cocina mediterránea con toques caribeños, allí probamos por primera vez la cerveza Balashi, producida en la isla y premiada en distintos festivales cerveceros alrededor del mundo. El ambiente en Scala es relajado y se puede escoger entre disfrutar de una comida y copas dentro del local, cerca de la barra, tal y como preferimos Paula, Gustavo, Randy y yo mismo o en la terraza. Luego de un par de “balashis” que nos sentaron de manera estupenda y una conversación ligera, con anécdotas sobre fútbol, Paula hablando de su historia celebrando en solitario el triunfo de la selección española en el mundial del año pasado en una isla repleta de fanáticos de la “naranja mecánica”, nos tocó ordenar. 

La pasta abundó sobre la mesa, aunque yo preferí algo distinto, una hamburguesa de pescado. La elección no pudo estar mejor, nada me hizo extrañar el sabor de la carne o algo parecido a cualquier hamburguesa tradicional. Mis amigos y compañeros de almuerzo, tampoco, dejaron de alabar sus elecciones.

En Aruba se debe aprovechar cualquier momento para recibir el sol y la brisa del mar en el rostro, por eso no hay nada como tomar el almuerzo en alguno de los restaurantes de playa de la isla. Dos en particular nos cautivaron: Hadicurari Restaurant y Moomba Restaurant. Hadicurari, se instala justo frente al muelle de la playa del mismo nombre. La frescura de sus pescados está totalmente garantizada, nos tocó ver como un par de meros fueron sacados de un bote pesquero y llevados hasta la cocina. Con ese preámbulo, no quedó duda sobre lo que sería nuestro almuerzo. 






Como entrada aceptamos la sugerencia del encargado y probamos una selección de distintos productos del mar que incluyó: camarones, tataki de atún, un bisque de langosta y pastel de cangrejo. Cuando nada parecía mejorar aquella entrada, alguien sugirió probar el pica de papaya, una “salsa” típicamente arubiana, hecha utilizando la fruta de la papaya y con un sabor muy característico. Luego de rematar las entradas estaba listo para el plato principal, de nuevo, otro surtido: un grupo de mini paninis o sándwiches con varios tipos de pescados como relleno. 

Mientras comía aquellos pequeños panes solo podía agradecer por estar allí y trataba de contar los pasos que separaban mi mesa de la propia orilla del mar, pues el mar sería el mejor postre para ese almuerzo.

Justo al lado de Hadicurari, está el Moomba Restaurant. Hasta allí llegamos un par de días después también a la hora del almuerzo. Moomba es un local playero al cien por ciento, con mesas dispuestas en la propia arena, música que recuerda que se encuentra en el Mar Caribe (el reggae no dejó de sonar durante nuestra visita) y los clientes caminan, con sus trajes de baño húmedos, por los pasillos del lugar. Lo primero que agrada del sitio es el ambiente, aunque el mediodía aún es temprano, allí se siente una predisposición a pasarla bien, celebrar, convertir una comida en una fiesta. Iniciamos con cócteles y cervezas, un “Moomba Blue” para mi, una mezcla de ron añejo, ron blanco, licor de melocotón y jugo de mango. Demoramos un poco para terminar nuestra orden pues cada tanto el “paisaje” de chicas hermosas de la playa nos quitaba concentración. 

Luego de unos minutos lo logramos: las entradas, algo de comida de inspiración mexicana, con nachos, guacamole, queso y fajitas a la cabeza. Muy rico todo. Luego de una breve pausa, las cervezas y los cócteles volvieron a la mesa junto con los platos principales: un sándwich de cangrejo para mi. Con cada mordisco, aproveché mi  vista privilegiada de la playa, para mirar hacia el mar, el cielo en extremo azul, la arena dorada y, por qué negarlo, las chicas en sus trajes de baño. Un dato para apuntar en nuestro block de notas, Moomba, además de ser un restaurante, se convierte en las noches, la de los domingos en particular, en el mejor lugar para la rumba en la isla de Aruba

@borisfelipe68

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